Hasta el año de 1492 en España habitaron judíos pertenecientes a la comunidad sefardí, pero fueron expulsados por los designios de la realeza católica para evitar que su religión tuviera alguna influencia en la fe de los nuevos cristianos y terminaran por convertirse al judaísmo.
Siglos más tarde, durante la Segunda Guerra Mundial, los sefardíes que aún habitaban en la península ibérica y que lograron sobrevivir al Holocausto, decidieron huir a países hispanoparlantes como Venezuela, México, Chile, Paraguay y Argentina, por las similitudes en su lengua y cultura. A pesar de su esparcimiento,
y de ya no habitar en territorio ibérico, los descendientes de sefardíes continúan ligados a la cultura judeo-hispana por herencias tan simples como el apellido.
Considerando que esta cofradía de origen no alemán se extendió también por Colombia, Brasil, Perú, Ecuador, Italia, Canadá, Serbia, Marruecos, Argelia, Túnez, Cuba, Honduras, Guatemala, Nicaragua,
Panamá y Costa Rica, es muy probable que tu patronímico tenga ascendencia judía. ¿Cómo saberlo?
En el siguiente alfabeto podrás buscarlo, pero toma en consideración que el hecho de que alguien porte un apellido judío no lo convierte a su religión ni cultura, ya que dicha referencia solo representa un fragmento de la herencia sefardita en el mundo.