El buen funcionamiento de este órgano es fundamental para un buen estado de salud general. Las cenas y comidas copiosas que acumulamos desde hace unas semanas dificultan la eliminación correcta de toxinas. Cuando esto
ocurre, el cuerpo se “queja” y envía señales. Veamos las principales.
¿Qué hace el hígado?
El hígado se encarga de realizar varios procesos: producir proteínas, regular el metabolismo de las grasas, eliminar las toxinas de la sangre y controlar la cantidad de aminoácidos a nivel general.
En pocas palabras, el hígado es un órgano que ayuda a digerir los alimentos, almacenar energía y eliminar toxinas. Por ello, es esencial para el bienestar general.
Si no puede cumplir sus funciones, la salud del resto del organismo se resiente y por ello, la persona afectada comienza a experimentar diversas molestias, algunas de ellas tan comunes que pueden confundirse con otros problemas de salud.
Las personas que consumen alcohol en exceso de forma regular son muy propensas a sufrir de hígado graso. Sin embargo, el alcoholismo no es el único factor de riesgo asociado a esta enfermedad. Otros factores asociados son:
- Padecer de diabetes.
- Sufrir de sobrepeso u obesidad.
- Mantener malos hábitos alimentarios.
- Tener los niveles de colesterol altos, etc.
6 señales que alertan del hígado graso
En la mayoría de los casos, la esteatosis hepática es asintomática. Eso quiere decir que hasta que la persona no se realiza un estudio, es difícil detectarla. Algunas pruebas que sirven para diagnosticar esta enfermedad son:
- Análisis de sangre.
- Ecografías hepáticas.
- Biopsias del hígado.
Entonces no existe un conjunto de señales que alertan del hígado graso concretamente. Sin embargo, cabe destacar que algunos pacientes sí experimentan síntomas, o ciertos problemas de salud, que se pueden relacionar con el hígado graso. Veámoslas a continuación.
1. Dolor abdominal
2. Hinchazón abdominal
3. Fatiga
4. Orina oscura
5. Cambios en la piel