El teléfono celular se volvió parte fundamental en la vida del ser humano, a tal punto que gran número de personas deciden llevarlo con ellos hasta cuando deciden ir al baño, una practica que puede atentar contra la salud.
En tal sentido, la Universidad de Barcelona, España realizó un estudió en el que concluyó que la pantalla de este aparato logra ser capaz de contener hasta 600 bacterias, esto es 30 veces más de lo que comúnmente hay en un inodoro, algo que podría causar una infección.
Otro de los daños de dicha actividad se debe a que estar sentado mucho tiempo en el retrete –a veces por distraerse con el celular– se traduce en exposición de bacterias y un exceso de presión en el ano.
Lo anterior puede desencadenar un padecimiento de hemorroides provocando dolor, hinchazón o sangrado.
Por otra parte, llevar el teléfono cuando se hacen las necesidades básicas del ser humano provocan la probabilidad de que este sea contaminado con bacterias fecales.
Sobre ello, la Universidad de Arizona, Estados Unidos, estipuló en una investigación que 9 de cada 10 celulares tienen un microbio causante de alguna enfermedad, y 16% de ellos contienen materia fecal.
Por lo recién expuesto, los expertos aconsejan no utilizar estos aparatos cuando se está en el inodoro, mucho menos, si se trata de un baño público, tal como los de centros de estudio, trabajos, o restaurantes.